Dice Peter Drucker que “Lo que no se mide, no mejora” y así empezamos, midiendo datos, los que buscamos sobre residuos generados, datos de los problemas medioambientales, de las cifras que delatan en qué no cumplimos con los preceptos de la economía circular, en qué medida se ve afectado el medio ambiente y sobre todo, con qué cifras resolveríamos esos problemas. Así que, decidimos monitorizar los procesos de la economía circular para una toma de decisiones cualificada. En i2U medimos lo que hoy en día no se mide, aprendemos de ello y hacemos que los procesos evolucionen.
Lo hacemos para que podamos dejar el legado de un mundo mejor para las futuras generaciones, por lo que nuestra intención es impactar en el medioambiente y en la calidad de vida de las personas y la naturaleza. Claro que también queremos que los gobiernos, locales y supranacionales nos vean como colaboradores necesarios para el diseño del futuro que casi ya es presente. Para nosotros, existe todavía un desfase entre el desarrollo tecnológico y los procesos industriales de ciertos sectores. Aún hoy la hegemonía de la tecnología plantea dudas en algunos sectores de la población, dudas al respecto de la convivencia de esa tecnología con las personas y parece como si ésta fuera a desterrarnos o a hacernos caer en el olvido. Nunca antes en la Historia, lo inherente al ser humano se había convertido en una parte tan importante para la sociedad. La tecnología necesita sentido, dirección y valores que la guíen. Y hemos encontrado un camino para ponerla al servicio de las personas, en la gestión higiénica, racional, sostenible y responsable de los residuos. Con esta idea, estamos en el mercado para contribuir a co-diseñar un futuro circular y sostenible basado en la tecnología y en nuevos modelos de negocio que hagan posible esa sostenibilidad. En nuestra misión se encuentra llegar a cumplir con la idea de que todos los agentes, productores, consumidores e instituciones, han de estar implicados en la creación de un mundo más limpio, más consciente.
Por cierto, somos tecnólogos, curiosos, no gusta la armonía, el desarrollo personal, la inquietud por el mundo que estamos construyendo y por el que dejaremos, y sobre todo, creemos en la tecnología para evolucionar, como siempre ha ocurrido. En el equipo, hay de todo como en botica, Alberto es el creativo iniciador y es el mayor de todos o dicho de otra manera, es el que tiene más experiencia en su haber, Eneko es nuestro científico, además es cantante y la alegría de nuestra oficina. A Eva, le llamamos Laura o Maribel según el momento, y es la que nos hace preguntas, la que nos mantiene el rumbo y por ahora, cierra el equipo, Julen, que es nuestra imaginación resolutiva, ¡cómo le gusta cacharrear!. Me dejo para el final, soy Martin, el emprendedor Millennial, ávido de sensaciones y experiencias inmediatas. Y éste está resultando un gran viaje.